De los cien productores y envasadores de especias y condimentos que hay actualmente en España, treinta se encuentran ubicados en una misma ciudad: Novelda.
Cualquier noveldense que se precie identifica a su pueblo con tres sectores económicos principales: la producción de uva de mesa embolsada, el mármol y las especias. La industria especiera en Novelda tiene su origen a mediados del siglo XIX. El desarrollo económico que supusieron las exportaciones de vino a través del puerto de Alicante dieron paso a abrir el mercado a otros productos de interior, especialmente, el Azafrán.
Cuenta D. Jesús Navarro Valero (propietario de la empresa Carmencita) en su libro “De la nit al día”, que todo empezó” a mitad del siglo XIX cuando unos avispados novelderos , coincidían en Marsella con Hindúes que iban a buscar provisión en Europa. Para los hindúes el azafrán es sagrado, por lo que lo llevaban consigo para sus oraciones diarias, ya que Cachemira era su zona de cosecha. Cuando les faltaba por razones meteorológicas lo buscaban en el resto del mundo. Grecia, Irán, Irak, Marruecos… eran cosecheros. Pero España lo producía en Albacete y Teruel a 600 metros de altitud con unas características de color, aroma y tamaño de los pistilos espectaculares. Pronto esos novelderos sitiaron Albacete y trasladaron a Novelda el envasado de la cosecha de Azafrán y… ¡a exportar a todo el mundo!” pero sobre todo a la India».
A principios del siglo XX, el azafrán se compraba casa por casa en los distintos pueblos de Albacete, posteriormente se trasladaba a Novelda donde se envasaba en “porches” con 4 ó 5 mujeres y esto supuso la base del desarrollo de muchas familias en Novelda.
En los años 40 y 50 la industria evolucionó, pero esa es otra historia que podréis leer en una próxima entrada.
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